Susana Mayer, directora de Ingeniería en Prevención de Riesgos en la Universidad de las Américas, dice que recomienda los tendederos eléctricos como prevencionista y usuaria.
"Yo tengo uno, lo puse en el baño y me ha funcionado súper bien. Más que fijarse en marcas, hay que buscar que esté certificado para que sea seguro. Debe contar con el sello de certificación de la Superintendecia de Electricidad y Combustible, que como su sigla lo indica, es un sello azul que dice SEC", detalla.
Si el producto está certificado, no se corre riesgos de corto circuito o posibles incendios.
"La SEC exige un grado de protección, que son sobre IP 65, esta es la norma que rige el uso de circuitos eléctricos en lugares expuestos agua o humedad, por lo que no representan un peligro si se usan en el baño", agrega Genaro Henríquez, académico de Ingeniería en Electrónica de la Universidad Tecnológica Metropolitana.
"Estos aparatos funcionan por tubos que adentro tienen alambres que se calientan e irradian el calor. Si el alambre es de mala calidad, se pueden fundir incluso. También el sistema eléctrico de la casa debe estar en buenas condiciones", dice Mayer.
La actriz Eliana Albasetti tiene un toallero eléctrico de la marca Atrim hace dos meses y dice que ha funcionado excelente.
"La temperatura que alcanza es tibia. Si los niños se apoyan, no se queman y las toallas se secan más rápido. Yo me ducho en la mañana, dejo la toalla húmeda en el toallero y al mediodía ya está seca", cuenta.
Mayer dice que una toalla tipo sábana se demora unas cuatro horas en secar y no es necesario ir cambiándola de posición porque el calor se irradia a todas las zonas cercanas.
"Lo que más me gusta es que deja tibio el ambiente del baño y que no son aparatos tan gastadores. El mío consume entre 80 y 100 W/h, por lo que el gasto no es alto. Lo que sí, aguanta como máximo cinco kilos", asegura.