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Sábanas de algodón o microfibra

Fibra natural o sintética, todo depende de gustos. Sin embargo, hay algunos detalles que pueden ayudar a escoger una sábana de buena calidad independientemente de la fibra que prefiera.

"Lo más común en el mercado son las sábanas que mezclan poliéster con algodón y están construidas con un hilado de fibra corta. La calidad está relacionada con la mayor cantidad de hilos o pasadas por centímetro cuadrado, porque las telas planas como las sábanas se construyen con hilos verticales y horizontales que se van entrelazando. A medida que esos hilos son más finos y se tejen más apretados, o sea, hay más pasadas por centímetro cuadrado, la calidad es mayor, por eso en las especificaciones de las sábanas de algodón dice la cantidad de hilos", explica Elizabeth Álvarez, diseñadora y académica de Diseño de Vestuario y Textil de la Universidad Andrés Bello.

Lina Cárdenas, Ph. D. en Ciencia de Fibras y Polímeros Textiles de la Universidad de Carolina del Norte y académica de Diseño de la Universidad Católica, agrega que la longitud de la fibra del algodón también influye en la calidad.

"A mayor longitud, mejor. Por ejemplo, el algodón egipcio es conocido por ser de buena calidad porque sus fibras son mucho más largas. Al ser así, se encoge mucho menos tras los lavados. Mientras más cortas las fibras, más se arrugan y se encogen las sábanas de algodón", detalla.

Sin embargo, la alternativa de algodón egipcio puro es costosa. La popular mezcla poliéster y algodón ayudó a disminuir precios y también el encogimiento en los lavados.

"El poliéster aporta que la tela no se encoja, se pueda lavar en agua tibia y meter a la secadora. El algodón, por otra parte, aporta suavidad y absorción, entonces se van compenetrando y sumando características", dice Álvarez.

Si las sábanas de algodón tienen pocos hilos, significa que el porcentaje de poliéster en su composición es mayor.

"Las que son más tiesas son las que tienen menos hilos y más poliésten Un porcentaje adecuado entre lo económico y calidad de lo cotidiano podría ser 220 hilos con una mezcla 50% algodón y 50% poliéster", recomienda la académica.

Y agrega que para evitar la rigidez inicial en este tipo de sábanas, una opción es lavarla antes de usarlas porque se va el engomado del empaque.

Cárdenas exige un poco más y recomienda desde 300 hilos hacia arriba.

"Yo prefiero las fibras naturales y desde 300 hilos uno asegura suavidad en las sábanas de algodón, ese es como el umbral", asegura.

Una alternativa al algodón egipcio es el peruano, conocido como algodón pima. "Es de buena calidad y también se usa para la ropa de guagua porque es suave", agrega.

La cantidad de hilos también influye en que se forme peeling.

"Son esas pelotitas que se forman con los lavados y el roce, que empiezan a molestar. Mientras más hilos, menos tendencia tienen a generar peeling", dice Álvarez.

Absorción y durabilidad

En las sábanas de microfibra, su nombre se refiere al diámetro de la fibra, no al material.

"En este caso lo que tenemos son fibras que pueden ser de poliéster, poliamidas, nylon o bambú, que es una fibra híbrida de origen natural pero tratada químicamente. Las microfibras permiten tejidos mucho más livianos en peso y al ser fibras muy delgadas y pequeñas, dan la sensación de más suavidad", dice Cárdenas.

Entre las sábanas de microfibra y las de algodón/poliéster hay un detalle importante: el algodón permite respirar y absorbe la sudoración, mientras que la fibra sintética no lo hace y tiende a retener el calor por la estrechez del tejido.

"Si uno transpira en las sábanas de microfibra, queda mojada, la microfibra por sí sola no absorbe, tiene que tener un acabado especial en que se le entrega esta propiedad de absorción con un químico", explica Álvarez.

Los acabados pueden ser de distinto tipo, dependiendo de lo que carece la tela según su composición.

"A todas las láminas textiles para conferirles propiedades se les dan acabados. En este caso de las sábanas, algunas tienen acabados de blanqueado, suavizado, etcétera. Como es un producto que va en contacto con la piel, debe tener acabados especiales para que estén aptos", dice la diseñadora textil Ángela Herrera, docente de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso.

Las sábanas de microfibra presentan varias ventajas por sobre las de algodón.

"Se pueden lavar con agua caliente, aplicarles cualquier químico que quite manchas como cloro. También es de mucho más fácil lavado, se puede meter a la secadora, pero no es ni siquiera necesario porque al ser una fibra sintética es de secado rápido. Es como cuando lavas un polerón de polar grueso y se seca súper rápido aún en el invierno porque es una fibra sintética", explica Álvarez.

Descritas todas las diferencias, las tres especialistas coinciden: prefieren el algodón.

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