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Francisco Jorquera

Francisco Jorquera, de 30 años, agradece que en su condominio hayan cámaras de seguridad. "De lo contrario esto habría pasado desapercibido", dice el estudiante de tercer año de Derecho de la Universidad Andrés Bello (Unab), quien el lunes fue agredido por un funcionario de cobranza.

El joven cuenta que ese día estaba en su departamento junto a su hijo de 5 años, cuando le avisaron que alguien de la universidad lo esperaba en la puerta del condominio, en Recoleta.

"Bajé y había un hombre joven maceteado. Me vio y me dijo, de forma prepotente, que yo tenía una deuda con la universidad, que necesitaba que le firmara un documento con fecha de pago y saber dónde vivía exactamente. Le respondí que no iba a firmar nada, me di media vuelta y me fui caminando al edificio. En eso escucho que el hombre me grita oye rata, por qué no pagas , y un montón de garabatos y amenazas", cuenta Jorquera.

Como no tenía su celular, el joven pidió a los vecinos que estaban en el lugar que llamaran a Carabineros porque se sentía amenazado.

"Ahí el tipo se ofuscó más y me ofreció combos. Me dio unos golpes en el pecho, me trató de sacar a tirones del condominio, me pegó un combo en la cara y me rajó la polera de un tirón", cuenta el estudiante, que el jueves anterior había sido operado por un absceso y que debido a la agresión tuvo complicaciones con su herida.

La secuencia que relata Francisco quedó registrada en las cámaras de seguridad de la entrada del condominio. "Cuando le digo que estaba siendo grabado, el tipo se fue".

Desde abril de este año, el estudiante de Derecho no ha podido pagar las cuotas porque perdió su trabajo debido a la pandemia. "Hasta ahora debo 350 mil pesos. Pero desde el día uno que me atrasé me empezaron a llamar constantemente para que pagara. Eran todos los días. De hecho tuve que cambiar el número de teléfono porque era mucho el hostigamiento. Hasta que mandaron a un matón a cobrarme".

Alejandro Zamorano, vicerrector de Servicios Universitarios y Asuntos Estudiantiles de la Unab aclaró que la universidad no realiza gestiones de cobranza y que todo ese proceso se hace a través de empresas externas.

"En el caso particular del alumno, un funcionario dependiente de la empresa de cobranza externa, no cumplió con los protocolos y procedimientos establecidos para este tipo de situaciones, por lo cual la universidad de inmediato finalizó el contrato con dicha empresa, hizo público su rechazo y ofreció apoyo legal a Francisco para resguardar sus derechos. De inmediato tomamos las acciones que creímos necesarias en relación a las empresas de cobranza para que situaciones de este tipo no vuelvan a ocurrir".

A través de un comunicado, Remesa, la empresa de cobranza aludida lamentó los hechos denunciados por el estudiante.

"Lo que muestra el video no es parte del protocolo y procedimientos de nuestra empresa y no se identifica con el espíritu de trabajo de ésta. Ante esto se realizó un sumario interno y se tomaron las medidas correspondientes y el trabajador ya fue desvinculado, pese al dolor que nos causa dejar a una persona cesante en estos momentos".

Con respecto a la acusación, Remesa aseguró que el funcionario no era un cobrador, sino que solo "un verificador de domicilio. "Esta verificación la realiza la empresa, cuando el deudor está inubicable, como ocurrió este caso".

Tras conocer el caso del estudiante, la Superintendencia de Educación Superior ofició a la universidad para que presente, en un plazo de cinco días hábiles, informes de lo ocurrido y las acciones adoptadas por la casa de estudio.

Anónimo

Pero de todo lo malo, sale algo bueno, dice el estudiante, quien recibió una ayuda inesperada. "Una persona anónima, que no quiere que de su nombre, me ayudó con una gran suma de dinero para pagar todo lo que adeudo de este año".

-¿No lo conoces?
-No. El hombre vio mi historia en redes, se consiguió mi teléfono y me escribió por WhatsApp. Me escribió que era para que no le debiera más a esos tipos y pudiera seguir estudiando tranquilo, y que agradeciera a Dios. Me pareció un gesto súper lindo, justo en estos momentos en que la situación está tan complicada.

-¿Le hizo una transferencia?
-Un depósito. Me da pena que esto salga de una persona anónima y no de la misma universidad a la cual le tengo cariño por los profesores y a los trabajadores.

Prohibido informar deuda a otras personas

El estudiante de Derecho no es el único afectado por los hostigamientos de cobranza. Nadima Kettlun vivió una situación similar. Su hijo está en tercero de Educación Física en la misma institución. Cuenta que cuando llegó la pandemia tuvo problemas para pagar las cuotas en la fecha correspondiente, (día 10), y decidió pagar a fin de mes asumiendo el costo extra.

"Desde el día 11 me bombardean con llamadas. Es un suplicio, son 5 a 10 veces al día, por eso ya no contesto números desconocidos".

La Ley del Consumidor establece los derechos de las personas respecto de las acciones de cobranza extrajudiciales.

"Las empresas al realizar acciones de cobranza extrajudicial no pueden hostigar ni informarles a otras personas sobre su deuda, como a los familiares o el jefe. Está prohibida cualquier conducta que afecte su privacidad o situación laboral. No pueden enviarles a los consumidores documentos que aparenten ser escritos judiciales, con el propósito de amedrentarlos", informó el Sernac.

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