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Don Francisco sorprendió a Pancho Saavedra con saludo de su abuela desde Curicó

Si hay alguien que remece el corazón de Francisco Saavedra es don Celino Villanueva, un señor de 120 años que conoció en uno de sus viajes para "Lugares que hablan". Eso en cuanto a su trabajo porque en lo personal su abuela, Haidee Guajardo, lo conmueve hasta las lágrimas: "No la veo desde febrero, por eso fue increíble verla en esta sorpresa que me dieron en Vamos chilenos", cuenta el animador.

En la transmisión de este sábado, Saavedra estaba en el escenario animando cuando Mario Kreutzberger le anunció que su abuela le iba a hablar. "Francisco, te he extrañado mucho. Quisiera tenerte a mi lado. Espero verte pronto", le dijo su abuela, de 87 años, a través de un video grabado.

-¿Qué le pasó cuando vio a su abuela, Francisco?
-Quedé para adentro, porque a la abuela Haidee no la he visto. Ella vive en Curicó. En febrero estuvimos veraneando en la casa de la playa con toda la familia. Yo pude estar unos días y me tuve que ir al Festival de Viña. Desde ahí que no la veo, así es que verla fue fuerte y que me llamara por mi nombre.

-¿Por qué?
-Tiene el tema de la demencia senil y enfermedades asociadas que son muy normales a su edad. Hace como cuatro o cinco años le empezó y desde ahí que a veces se pierde un poco, entonces que se acordara de mí fue un regalo.

-¿Usted está presente en la vida de ella?
-Claro, siempre. Ahora que no nos hemos podido ver la llamo, hacemos videollamada. Ella tiene una parte de la familia que se preocupa mucho de ella, que son mi mamá, mi hermano y un par de tías.

-Pero usted contó que había otra parte que no estaba.
Hice ese llamado porque el abandono es un tema muy terrible y ningún adulto mayor se merece vivir algo así. Mi abuela está acompañada, pero hay una parte de la familia que se olvidó. Tiene 20 nietos y su lejanía se fue acentuando por la pandemia. Las visitas, que eran muy esporádicas, se redujeron a ninguna.

-¿Le duele ese olvido?
-Sí, porque es tan ingrato. Mi abuela y mi tata se sacaron la mugre por esta familia. Me acuerdo los días domingo en el comedor, eran como 50 personas, estaban todos alrededor de mi abuela, todo feliz. Ahora pienso que por un lado menos mal que no se acuerda de muchas cosas, porque así no resiente la ingratitud de parte de la familia.

-Les pasa a muchos adultos mayores.
-Sí, y es tan injusto. No les damos el valor que tienen a nuestros viejos en Chile. No seamos ingratos, llamémoslos, regalonéemoslos, cuidémoslos.

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