Según la información dada por el capitán Mauricio Rodríguez, el dueño de la casa les dio acceso de manera voluntaria a los funcionarios de Carabineros y ellos se percataron, cruzando la mampara principal del inmueble, que habían varias habitaciones habilitadas para ejercer el comercio sexual.
En el lugar fueron detenidas 7 personas, entre ellas el dueño de casa, una mucama, tres trabajadoras sexuales y dos clientes, además se incautaron alrededor de un millón de pesos en efectivo, en monedas y billetes, lubricantes, juguetes sexuales y preservativos. Todos los sujetos en cuestión fueron procesados por el artículo 318 del Código Penal por poner en peligro la salud pública y no respetar las reglas higiénicas dichas por el gobierno. Además, se destaca que dos de los involucrados son reincidentes, quienes pasaron a primer control de detención.
De acuerdo a la información entregada por Carabineros, las trabajadoras sexuales son tres mujeres de nacionalidad venezolana con todos sus papeles al día. Sin embargo, no contaban con su carnet de sanidad respectivo, el cual sugiere el Ministerio de Salud, en el Decreto N0206 del Ministerio de Salud, para llevar un control sobre el comercio sexual en el país.