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La historia del paciente que ha donado cuatro veces su plasma
Donar sangre era un acto borrado en la vida de Jorge Welch (53). El miedo a las agujas y la falta de información lo ahuyentaban. El coronavirus, cuenta, logró que superara esa especie de fobia. "He donando plasma cuatro veces. Prácticamente voy cada una semana y media a la Fundación Arturo López Pérez (Falp). Y eso que nunca había donado sangre", dice el vicepresidente de GeoResearch.

Estaba en su casa, a mediados de abril, matando el tiempo de cabeza en el celular. Welch dice que había superado el coronavirus que lo había dejado confinado por catorce días en la pieza del planchado en su casa. Su familia, asegura, se encargó de separarle los platos, la ropa y la comida.

"Un día, cuando ya estaba recuperado, me llegó una cadena de WhatsApp que mencionaba la donación de plasma. Me acordé de que un amigo trabaja en la Fundación Arturo López Pérez y lo llamé para preguntarle si era verdad. Me explicó que con el plasma podían evitar que a algunos pacientes los intubaran", relata.

Después de hablar con su amigo, Welch quedó inscrito como posible donante de plasma. A los pocos días lo llamaron para realizarle un nuevo examen de PCR y otros de sangre. El objetivo era analizar si tenía la suficiente cantidad de anticuerpos como para poder donárselos a un paciente grave. "Al día siguiente me avisaron que podía donar".

El empresario partió a la Falp a la hora de almuerzo, donde lo instalaron en un cómodo sofá. "Me conectaron a una máquina que extrae el plasma. Es una cuestión rarísima. Nunca había donado sangre, es como que te sacan el agua, un líquido amarillo. Uno puede verlo, aunque yo miré bien poco. El proceso dura entre 30 y 40 minutos. Después te dan unas galletas y jugo", describe.

Welch convirtió la donación de plasma en una misión de vida. Ha donado cuatro veces y hasta convenció a su familia. "Si quieres, puedes donar varias veces. Te van testeando para determinar si sigues con la cantidad de anticuerpos suficiente. La segunda vez que fui me sacaron sangre con un tubito. Al otro día me llamaron y me dijeron que fuera. No he parado. La semana pasada nos testeamos todos en mi familia. Mi hija tiene los anticuerpos y empezará a donar", relata.

"No soporto el tema de que me anden pinchando, pero le puedes salvar la vida, al menos, a dos personas. Esa sensación es increíble", reflexiona.

Carolina Selman, subdirectora de Servicios de Diagnósticos de Falp, explica que de un donante se obtienen entre 400 y 600 mililitros de plasma. Las dosis que se administran a los pacientes contienen 200 mililitros y se les administran dos, generalmente de donantes distintos para aumentar las probabilidades de éxito en la terapia. Agrega que quienes reciben las dosis son personas hospitalizadas, con riesgo de empeorar.

"Buscamos personas que tengan más de 21 días sin síntomas, que tuvieron algún test positivo para conronavirus, que pesen más de 50 kilos y que no se hayan realizado piercing, ni acupuntura, ni tatuajes, ni cirugías en los últimos doce meses", aclara.

Para inscribirse, dice, los convalecientes deben ingresar a donantecovid.cl. Agrega que el estudio es un proyecto colaborativo en el que participan varias clínicas y hospitales de Chile. El plasma, añade, se administra en todos los centros de salud inscritos. "Algunos son el Hospital de Arica, la Clínica Elqui en La Serena, el Hospital San Juan de Dios, Fach, Dipreca, Red Salud, la Católica, el Hospital Clínico de Magallanes", finaliza.

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