De ahí comenzó un largo camino de recursos ante la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema, hasta que el abogado Juan Enrique Pi y la Fundación Iguales decidieron la estrategia de que Gigliola demandara a De Ramón. La jueza Macarena Rebolledo, del Segundo Juzgado de Familia, lo acogió y decidió este lunes que "es esencial que el estado civil de un hijo que nace y crece en una familia encabezada por personas del mismo sexo, que han expresado voluntad de procrear, coincida con su filiación legal y se vea reflejada en sus documentos de identificación".
En suma, es hijo de ambas y la jueza determinó inscribirlo así en el Registro Civil.
La abogada Isabel González, académica de la Universidad Central, explica que el niño ahora tiene dos mamás, algo "muy innovador", porque es la primera vez en el país que "se dicta un fallo en que se ordena inscribir a dos madres de un mismo hijo".
"Creo que vamos a empezar a actuar de esta manera porque, dado que hay tratados internacionales que apoyan a las familias diferentes, del mismo sexo, a padres del mismo sexo, no sería raro que de aquí en adelante también consideremos eso como parte de nuestra normativa jurídica", afirma González.
"La jueza se basó en el artículo 182 del Código Civil, que establece que no se puede impugnar la filiación del padre y la madre que hayan participado conjuntamente en una inseminación asistida", dice la jurista.
"La magistrada dice que hay dos elementos. Uno, que podría tener razón, en que hay un vacío en la ley, que no se establece tan claramente cuáles son los tipos de familias de los que estamos hablando", agrega. "No considera como familia a dos personas del mismo sexo", precisa.
El segundo punto es que este niño "estaría en una diferenciación, en una falta de igualdad, respecto de otros a los que va a reconocérseles esta filiación asistida y que tendrían dos padres; en este caso, no los tendría, lo que lo privaría de todos los derechos que tienen que ver con la maternidad, al no haber padres, de dos personas, de la pareja".
Isabel González cree que la normativa debería ajustarse a esta nueva realidad y que, incluso, "aquí podrían existir tres padres, un padre y dos madres, porque probablemente el niño tenga un padre también".
La académica dice que quedan pendientes recursos que otras partes interesadas puedan interponer y que incluso puede haber acciones jurídicas del Defensor de la Infancia o de otros estamentos, porque la demanda es contra el Estado por el derecho de filiación. Según la jurista, hay plazo de un año para impugnar la filiación desde que se inscriba al menor.
Juan Enrique Pi, abogado de Di Giammarino y Fundación Iguales, dice que "es un fallo histórico que recoge la rica jurisprudencia del Poder Judicial respecto de lo que es una familia".