Llegó a Asunción, entregó la carga y estacionó su camión en una estación de servicio. En ese momento comenzó a sentirse mal. "Estaba sin fuerzas. Tomaba agua y la vomitaba, tomaba agua y la vomitaba. Compré analgésicos, no me hicieron nada", explica. Su diabetes podía estar haciendo crisis, pero nunca se había sentido tan mal. "Pedí un taxi y me fui al hospital. Me hicieron la prueba, pero los resultados se demoraban 24 horas. Volví al camión y después ellos me fueron a buscar", cuenta. Entró inconsciente al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram). Dos semanas estuvo sedado y conectado a un ventilador mecánico. "Está con una neumonía bastante importante y, dentro de su estado crítico, está estable", dijo el doctor Carlos Morínigo, coordinador del aislamiento de ese centro asistencial, a Radio Ñandutí el 28 de mayo.
El 3 de junio, Ricardo Libuy dejó la ventilación mecánica y salió de la sedación. "Despertar fue volver a nacer, volver a vivir. Yo estaba prácticamente muerto. No supe qué pasó con mi vida", cuenta. Un video compartido en Twitter incluso por el Ministerio de Salud de Paraguay, lo muestra en silla de ruedas, saliendo el lunes pasado de la U Tl, en medio de los aplausos del "personal de blanco", como le llaman en este país a los trabajadores de la salud. En el trayecto a una sala común, le regalaron una bandera chilena de papel y carteles con frases de ánimo. "Felicidades RICARDO LIBUY. Primer recuperado de Covid-1 9", dice uno de ellos. "Son como un certificado de nacimiento nuevo", cuenta el camionero chileno.
"Es el primero que está saliendo de una unidad posterior a una asistencia mecánica respiratoria", dijo al diario "Última Hora" el doctor Felipe González, director del establecimiento. Otros no sobrevivieron.
El Ministerio de Salud de Paraguay informó este martes que en ese país hay registrados 1.187 casos y 11 muertos por Covid-19.
Ricardo Libuy agradece a todas las personas de ese hospital "bien bonito, chiquitito", porque dice que lo atendieron sin miedo en esos días de UT l. "Nunca pensaron que los iba a contagiar. Se ponían dos o tres batas y entraban. Jamás me discriminaron porque yo tenía Covid-1 9", cuenta.
Aún le falta para salir del hospital. Debe primero recuperar las fuerzas para manejar. Cuando lo haga, tendrá que esperar carga para trasladar a Chile. Seguramente será carne. Por el momento su camión está fumigado y resguardado en un cuartel de Bomberos.
"A nosotros nos quedó rezar y esperar, porque no había nada más que hacer", cuenta su mujer, Patricia Herrera. La familia del camionero lo espera en Los Andes y ella ha podido comunicarse con él por celular. "Está mucho más delgado. Si él era gordito, típico de los camioneros", cuenta su mujer.