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Idea para bajar los gastos comunes
"Propuesta de bajar el gasto común con la devolución del IVA". Así de simple y directa es la idea que tienen en la Asociación Gremial de Administradores de Condominios de Chile, Agacech, que de alguna forma busca regularizar el régimen impositivo de las comunidades de casas o departamentos.

Luis Vallejos, presidente de la orgánica, explica que los condominios formalmente funcionan como empresas, pero no tienen los mismos beneficios.

"Están sujetos a la ley laboral, compran productos y contratan servicios al igual que una empresa de primera categoría. Pero a diferencia de ellas, los condominios compran todo con IVA y no rebajan impuestos, porque no son empresas formalmente hablando", declara.

Entonces, ¿qué son? En términos impositivos, no hay nada muy claro. La Ley de Copropiedad no especifica nada al respecto, así que todo queda a la libre interpretación y fiscalización. Lo que sí es casi transversal, salvo algún aviso publicitario o una antena de telefonía, es que no generan ingresos. Por eso la agrupación propone dos caminos: ser una empresa o una asociación sin fines de lucro.

Como empresa

Como explica Vallejos más arriba, la dinámica de la comunidad es similar a la de una empresa. La solución acá es que tenga una categoría impositiva similar a la empresa y se someta a todas las exigencias contables que corresponden, como indica Carmen Gloria Pérez, administradora y coanimadora del programa radial "Hablemos de Copropiedad": "Este cambio implica que la comunidad deberá estar en regla. Van a tener que hacer declaraciones anuales, tributar, etcétera".

Todo esto para que, tras el año fiscal, reciba un monto en dinero para invertir en la comunidad o reducir gastos comunes. En la tabla de esta página se plantea una simulación para una comunidad de 100 departamentos, con más de $4.000.000 en gastos en un mes. Los gastos en servicios básicos, servicios de mantención, útiles de aseo y escritorio están afectos al impuesto.

O sin fin de lucro

Otra visión es la que tiene Libertad Morales, contadora independiente desde el año 1963.

"Las comunidades no son empresas, son organizaciones sin fines de lucro", dice.

En este caso, como explica Vallejos, la fórmula sería usar boleta de honorarios exenta de IVA.

"Ahí no se paga nunca y nadie te devuelve nada, pero bajarías el costo en algunos servicios en 19%", comenta.

El problema de fondo

Independiente de la figura elegida, esta indefinición genera una serie de irregularidades que si bien son mal vistas, nadie fiscaliza.

"Algunas comunidades piden un trabajo a una empresa, la comunidad para ahorrarse el IVA llega a un acuerdo con la empresa y paga el presupuesto sin el IVA. Eso cuesta menos, pero aparece altiro en las auditorías", cuenta Carmen Gloria Pérez.

¿Y porque nadie fiscaliza? Según Pérez, porque a diferencia del tema laboral de los trabajadores del condominio, que si son fiscalizados por la Dirección del Trabajo, en el tema impositivo se trata de empresas sin movimiento.

"La figura impositiva en la comunidad no existe", dice.

Esta área gris genera otra situación problemática, según Vallejos: "Como la contabilidad de los condominios como ejercicio no existe formalmente, cualquier persona puede llevar los ingresos y egresos en un cuaderno, en un software o donde sea. Estamos como a la deriva".

Por eso, más allá de los intereses monetarios, la idea tras esto es ordenar la administración de las comunidades.

"Si bien la preocupación de los dueños y arrendatarios gira en torno a temas de transparencia y eficiencia, cualquier regularización de manera clara sería más transparente y beneficioso para todos", dice Emilio Fernández, asesor técnico de R&C Gestión Inmobiliaria.

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