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María José Gómez
El 30 de enero fue el último día en La Moneda de la periodista y exjefa de gabinete del exministro Andrés Chadwick, María José Gómez. Tres días después se incorporó al comando de Chile Vamos por el Rechazo, liderando la instancia como coordinadora y vocera del equipo. Desde ese día, junto con Andrea Balladares —también exfuncionaria de La Moneda, cercana a Chadwick— están dedicadas ciento por ciento a llevar a cabo la campaña: esta semana estrenarán una sede operativa en Santiago y la próxima comenzarán una gira en regiones con el objetivo de que el 26 de febrero, día en que comienza la campaña oficial, cuenten con una estructura territorial del equipo en todo Chile.

—¿Qué rol tendrá el exministro Chadwick en el equipo? Usted fue su mano derecha en Interior.

—Él está siempre dispuesto a colaborar en todo lo que sea y que esté detrás la unidad de Chile Vamos, pero no es parte de este equipo de Chile Vamos por el Rechazo.

—Algunas encuestas muestran que cerca del 70% de los consultados dicen que votarán Apruebo, mientras que el 30% responde Rechazo. ¿Cómo pretenden revertir este escenario en 72 días?

—En primer lugar, es súper importante tener en cuenta que no se puede gobernar por las encuestas. Un sector político no puede actuar supeditado a lo que dicen las encuestas, tiene que actuar por convicción de que es lo mejor para el país. Nosotros nos hemos encontrado con que la gran mayoría de los adherentes, de los simpatizantes, de los dirigentes y de personas que están en el Gobierno de Chile Vamos, están por el Rechazo. También la gente común y corriente, los sectores moderados, los que quieren recuperar su derecho a vivir en paz, su derecho a desplazarse libremente, poder llegar a su trabajo, poder emprender sin arriesgarse a un saqueo, a un vandalismo, que quieren estudiar sin que haya un grupo que atente contra su derecho a la educación. Ese sector moderado que quiere vivir en paz va a dar vuelta la elección. El rechazo ha ido creciendo en un mundo moderado, que lo ve como un camino institucional, un camino que no sean hojas en blanco, empezar desde cero, tener dos años y medio de incertidumbre y al final, creo que es ese sentido común lo que va a hacer que se den vuelta los números. Estoy súper confiada en que el Rechazo puede ganar el plebiscito.

—¿Dónde pondrán el foco durante su campaña?

—Es muy importante que quienes voten el 26 de abril tengan claro que si gana el Rechazo va a haber un cambio en la Constitución. Aquí hay dirigentes que están tratando de plantear que el Rechazo es Rechazo y punto. Y eso no es así. Hay una voluntad y compromiso de la UDI, RN por el Rechazo y el grupo de Evópoli de hacer cambios a la Constitución y eso ha sido muy explícito. La diferencia es la forma y el camino. El grupo de Chile Vamos está por un camino institucional, de tiempos más cortos, ojalá empezar a trabajar una vez concluido el plebiscito, en el mismo mes de mayo, en la discusión de las modificaciones y perfeccionamientos a la Constitución y ojalá que eso estuviera vigente el 2021 y no tener que esperar dos años y medio. Por otra parte, hay que tener en cuenta el clima. Hoy día nosotros vemos que hay una violencia que persiste y estamos convencidos de que hay que reformar la Constitución pero así, en este clima, no. En un clima con hoja en blanco, refundacional, partiendo de cero, no. Construyamos con mirada hacia el futuro lo que se considere que es necesario reformar, pero dejemos lo bueno, lo que le ha dado estabilidad al país en los últimos 30 años.

—¿Qué espera del rol del Gobierno de cara a la campaña del plebiscito? Hasta ahora se ha dado libertad de acción a los funcionarios públicos en horarios que no sean de oficina, pero los ministros están impedidos de marcar posiciones.

—El Gobierno ha fijado una postura respecto de cómo enfrentar este debate y que es una regla muy clara que estableció el Presidente que es de prescindencia. De manera que ministros y autoridades no expresen opinión para poder garantizar un proceso que tenga total transparencia; es una decisión legítima y a mí me parece que está muy bien. Pero también voy a ser súper franca. Hasta ahora quienes han cumplido en un ciento por ciento esta regla son los que están por el rechazo y no así los que están por el apruebo. Aquí tiene que haber una sola regla y la tienen que cumplir todos, porque si eso no ocurre, todos se van a sentir con el derecho a dar su opinión y eso le puede generar un desorden enorme al Gobierno. Por lo tanto, nosotros confiamos de que, de ahora en adelante, la instrucción del Presidente, que ha sido muy clara, de que exista prescindencia para todos, se va a cumplir y la van a cumplir todos y que si hubo alguien que se saliera de esa instrucción, la entendemos como una excepción que ya debe haber sido rectificada. Yo vengo del corazón mismo del Gobierno y sé que la gran mayoría está por el Rechazo. La inmensa mayoría y quienes se la han jugado y se la están jugando por que el Gobierno salga adelante están por el Rechazo; queremos una modernización constitucional pero por el camino institucional, sin hojas en blanco y menos sometidos a las presiones y a los chantajes de la violencia.

—¿Qué efecto puede tener que el sector aparezca dividido y que el Presidente Piñera, hasta ahora, solo haya fijado los criterios que —a su juicio— deben defenderse en la Constitución?

—Chile Vamos va a tener una propuesta constitucional; cada uno está trabajando por la suya en cada uno de los partidos y también el Presidente ha señalado cuáles son los principios que nos unen y que debemos defender en la Constitución. Ahí, Chile Vamos tiene un gran patrimonio, que es la coincidencia que existe en las distintas vertientes de la coalición de cuáles son los valores que hay que ir a defender y los principios que hay que defender en la Constitución. No hay ninguno que piense que la Constitución es algo que haya que momificar y que no hay que cambiar. Cuando uno dice que las dos opciones son legítimas, tienen que ser legítimas de verdad. Y ha habido declaraciones, señalando que si gana el Rechazo va a volver la violencia, el país no se va a poder normalizar o que incluso que vamos a volver a los peores momentos de la crisis. A mí me gustaría todo lo contrario, me gustaría que los dirigentes de la oposición señalaran algo muy distinto. Decir que es inaceptable que recrudezca la violencia cuando hay un sector mayoritario como yo creo que va a ocurrir en el plebiscito, que se manifieste por el rechazo. Entonces no caigamos en hacer una campaña del terror por lo que significaría el rechazo. Los resultados en las urnas tienen que respetarse, todos deben respetarlos y la violencia no es una forma de acción política aceptable y legítima en democracia.

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