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Treintones emigran para trabajar con visas Working Holiday
Dicen que nunca es tarde, pero a veces sí para partir fuera de Chile con el sistema Working Holiday (WH). En simple, este tipo de visas les permite a los chilenos trabajar durante un año en una serie de países; cumplido el plazo, generalmente deben regresar.

Chile tiene convenios WH con 15 países y el límite es de 30 años para postular a Australia, Austria, Corea, Dinamarca, Irlanda, Japón, Polonia, Portugal, República Checa y Suecia. O sea, se pueden cumplir 31 años mientras uno está instalado allá. En el caso de Francia, no se pueden cumplir 30 años con la visa activa, por lo que el cierre para postular es a los 29.

¿Qué hago si se me pasó la hora? En Nueva Zelanda, Hungría y Canadá se puede postular hasta los 35 años.

Crisis por viajar

Enrique Vásquez, creador del blog Workingholiday.cl da cifras: el segmento objetivo de estas visas son personas que ya llevan trabajando entre dos y cuatro años, 80% son titulados de la educación superior y sus edades van entre 26 y 31 años.

"Un viaje de estas características es de largo aliento. Por lo general es gente que no lleva trabajando tanto, pero se da cuenta de que la pega no les gustó o no están ganando las lucas que creían. Eso gatilla una suerte de crisis por viajar , para aprender inglés bien o juntar plata para recorrer el sudeste asiático", dice.

-Los 30 parecen ser una edad límite.
-Creo que incide mucho la situación personal de cada individuo. Acá somos un poco tardíos para hacer esta clase de viajes en comparación a Canadá o Estados Unidos. Afuera te puedes encontrar gente que sale del colegio y de inmediato se va a su WH.

Mejor quedarse

Javier Cárcamo, ingeniero comercial, decidió irse a Alemania por la buena situación económica de ese país. Postuló cuando estaba a punto de cumplir 31 años y llegó en agosto del 2016.

"Siendo más joven uno viene con otro tipo de prioridades; lo único que quiere es conocer lugares nuevos y vivir la experiencia de subsistir por sus propios medios en otro lugar. Después de los 30, en mi caso, vine con la idea de sacar algún provecho de esta experiencia, estudiar algo relacionado a lo que ya había estudiado o asentarme por un tiempo más prolongado, ya que tenía claro que las posibilidades de hacer una nueva Working Holiday en otro país eran escasas".

Haber sido mayor le aportó, sobre todo, a hacerse cargo de sí mismo: "Ya había tenido la experiencia en Chile de lo que era vivir solo, por lo que se me hizo más fácil asumir la tarea del quehacer diario".

Durante su estada en Alemania ha hecho de todo: ayudante de cocina en un restaurante de comida chilena en Berlín, garzón, aseador, jardinero y hasta profesor de aqua dance. Motivado por "la educación gratuita y la equidad de la sociedad", ya está radicado en Alemania y quiere hacer un master. "Acá no existe un barrio alto o bajo como en Chile; en un mismo edificio donde existe un penthouse puede haber un departamento de una pieza donde vive una persona clase media", destaca.

-¿Fue muy difícil el trámite para radicarse?
-Los alemanes son muy burocráticos y ponen muchas trabas a la gente que quiere quedarse permanentemente. En un principio estuve con la visa Working Holiday, que dura un año. Luego cambié a la visa que se llama Preparación de Estudios; te la dan por dos años y te permite quedarte en el país estudiando el idioma para luego poder entrar a estudiar a la universidad. El problema de esta visa es que te limita las horas de trabajo y no te deja tener trabajos full time. Ahora desde septiembre estoy con una visa de Búsqueda de Trabajo, que se la dan a personas calificadas que ya tengan un título profesional: dura seis meses y te da la oportunidad de buscar trabajo en lo que estudiaste. Se supone que debiese ncontrar algo en este período, de lo contrario tendré que ver a qué otra visa podría aplicar.

Un plan claro

Enrique Constanzo es administrador turístico y se fue a Australia en el límite de edad de la WH. "Alcancé a postular con 30 años y cumplí 31 en Sydney. Es que tenía que juntar plata para el viaje", explica. Allá se dedicó a trabajar en construcción, carpintería y jardinería. "Son rubros que se pagan súper bien".

-Alguna reflexión sobre viajar de WH después de los 30.
-Encuentro que nunca es tarde. Lo bueno fue que mis decisiones eran más certeras y con mayor convicción, y eso me hizo sacar más provecho de las oportunidades y trabajar. Había varios chicos que querían dedicarse a viajar o quedarse a vivir fuera, lo que era factible, pero lo mío fue mejorar mi nivel de inglés, que es súper necesario en mi carrera.

Chao prejuicios

Macarena Gómez (33) fue a su última WH en Alemania y cumplió 31 años allá. Es fotógrafa y masajista, y opina que es hora de liberarse de los prejuicios de edad: "Me gustaría que todas las WH fueran hasta los 40. Hay gente que quiere viajar por el mundo y seguir trabajando, no todos quieren andarse encontrando a sí mismos. Me fascina vivir viajando y trabajando, son como vacaciones".

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