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Martina Weil se sacó buenas notas y encontró pololo en Estados Unidos
Martina Weil Restrepo vino a pasar la Navidad a Chile. La atleta, récord de Chile en 400 metros (52,60), terminó su primer año estudiando ingeniería biomédica en la Universidad de Tennessee. "Objetivo absolutamente logrado. En julio se veía media oscura la cosa, pero ahora bacán. Varios me han dicho que el primer año es más lento y a mí se me pasó muy rápido", dice la muchacha de 20 años, hija del ex campeón panamericano de bala Gert Weil y la medallista olímpica Ximena Restrepo.

Vive en Knoxville, en la región sureste de Estados Unidos. Allá llegó reclutada por Ken Harnden, quien le puso ciertas metas en su primer año. "Mi entrenador me dijo: lo que menos nos importa son los resultados deportivos. ¿Qué objetivos me puso? Hacerme amigos, pasar todos los ramos, organizarme, controlar el peso y que, básicamente, estuviera cómoda", cuenta Martina, sentada en una banca de un Starbucks del Mall Los Trapenses.

"Sabía que este iba a ser un año entre comillas perdido", reconoce. Para ella el nivel del deporte universitario en Estados Unidos "es una cosa rídicula", pero en sentido positivo. Se acostumbró a viajar y competir los fines de semana, en un camino que hace casi tres décadas hizo su madre: Ximena Restrepo estudió periodismo en la Universidad de Nebraska y, en 1991, fue campeona en 400 de la NCAA (National Collegiate Athletic Association). Su mejor resultado fue ser novena con la posta en la NCAA. Allá entrena con otras cinco chicas (Britton Wilson, Emma Dillulo, Jada Chambers, Vanessa Watson y Brooklyn Broadwater). "Soy una más del montón y me encanta", asegura.

Esta es la segunda vez que vuelve a su casa desde que se fue en enero. Dice que echa mucho de menos los almuerzos familiares. "Cuando en agosto volví a Estados Unidos, yo lloraba desconsolada, no quería volver. No estaba cómoda. No me llevaba tan bien con el equipo, se graduaron muchos. Me quedé en el verano allá y estuve dos meses sola. Me lesioné, tuve una fractura por estrés en la tibia. Ya había tomado clases de verano y si no lo hacía, había problemas con la beca. Pero este semestre llegó mucha gente nueva", cuenta.

Martina vivió en una residencia universitaria en el año y ahora que dejó de ser novata se irá a vivir a un departamento. También se compró un auto. "Estuve viviendo en los dorm, dentro del campus. Era un departamento que compartí con dos lanzadoras y una saltadora de triple. Pero no teníamos cocina, por ejemplo, y no me gusta la vida de dorm porque es como gente con la que yo no elegí vivir. Eran desordenadas", cuenta Martina.

En Estados Unidos, existen tres semestres académicos: Fall (otoño, agosto- diciembre, Spring (primavera, enero-mayo) y Summer (verano, junio-agosto). En su primer semestre, con ramos generales, Martina terminó con un A, un 3.8 en escala de 4. "Estudiar en inglés no ha sido tan terrible. Este semestre no me fue tan bien porque los ramos eran mucho más difíciles, pero creo que terminé con un B", detalla la joven, que quiere dedicarse a la divulgación científica y que retomará las clases el 5 de enero.

-¿Se amanece estudiando?
-No me puedo amanecer porque sería contraproducente si tengo pesas a las 7 de la mañana. Si eran las 10, no había terminado la tarea y tenía un 70 por ciento listo, chao. Lo hice muchas veces. Mi entrenador me dijo: Martina, sé que eres una persona a la que le gusta mucho la universidad, pero encuentra un balance. Prioricé matemáticas y física. Lo bueno es que allá los profesores lo único que quieren es que uno pase el ramo.

Martina se fue de Chile pololeando, pero dice que no resultó a distancia. Al tiempo conoció al belga Jonathan Sacoor, campeón mundial juvenil de 400 metros. En octubre lo fue a visitar a Europa y el estallido social los pilló comiendo papas fritas en una plaza de Bruselas. "Con Jon llegamos juntos en enero, primero nos hicimos amigos por necesidad. Yo lo había visto antes, en el Mundial Sub 20 de Finlandia. Es seco. Él se saltó un semestre para prepararse para el Mundial de Doha (medalla de bronce en la 4x400). Estaba estudiando Sport Managment y se va a cambiar a Business. Me enamoré perdidamente de este cabro", cierra.

Cuando en agosto volví a Estados Unidos, yo lloraba desconsolada, no quería volver.

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