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Aplican quimioterapia paliativa en aerosol en dos pacientes
El cirujano digestivo Mario Uribe es un pintor de estómagos, específicamente del peritoneo, que es la membrana que cubre a las vísceras y a la cavidad abdominal.

En agosto, cuenta el médico de la Clínica Las Condes, viajó a Francia para entrenarse en una nueva técnica de quimioterapia llamada PIPAC, acrónimo de Pressurized Intraperitoneal Aerosol Chemotherapy (Qumioterapia en Aerosol Intraperitoneal Presurizado). "Es un tratamiento paliativo, es decir, que disminuye los síntomas. No es curativo. Es como pintar el peritoneo con drogas", destaca.

La quimioterapia PIPAC llegó a Chile en noviembre. Dos pacientes la han utilizado, dice el médico, con excelentes resultados. Uribe explica que se usa para disminuir la sintomatología de pacientes con carcinomatosis peritoneal: personas que tienen un cáncer originado en otro órgano, pero diseminado hacia el peritoneo.

Esos síntomas, enseña el doctor, son vómitos, náuseas y dolor. Pero el más complicado y que los pacientes agradecen disminuir es la ascitis. "La carcinomatosis hace que salga mucho líquido. Eso queda dentro del abdomen, los pacientes no pueden respirar y hay que hacerles una punción. Con PIPAC este síntoma disminuye casi por completo", celebra.

Uribe describe que PIPAC es una máquina que tiene jeringas para inyectar las drogas. Esas drogas, en general, son Mitomicina C, Doxorubicina, Oxaliplatino y Cisplatino. "Se usan también en quimioterapia endovenosa", enseña.

Para inyectarle las drogas al paciente, dice Uribe, se le realizan dos incisiones. Una en el ombligo y otra unos cuatro centímetros más arriba. "Es por laparoscopía. Por un lado entra la cámara y por el otro una especie de lápiz bic que produce la pulverización de las drogas dentro el abdomen. Como un aerosol que pinta", explica.

El procedimiento del PIPAC dura cinco minutos. Finalizada la pulverización de las drogas, el paciente debe reposar 30 minutos. "En 24 horas puede irse a su casa. No necesita sala de cuidados especiales. Es muy rápido", destaca.

Como la técnica es tan nueva, dice el cirujano digestivo, la han aplicado en dos pacientes con cáncer colorrectal diseminado al peritoneo. "En uno, la sintomatología disminuyó a la primera. El otro paciente, también disminuyó, pero no completamente. Vamos a repetirlo. Aunque lo normal son tres sesiones", finaliza.

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